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La Oficina Catalana del Cambio Climático publica un estudio sobre la adaptación al cambio climático del sector agrícola del Alt Pirineu i Aran
La Oficina Catalana del Cambio Climático, en el marco del proyecto Life MEDACC y con la colaboración de la empresa l’Espigall, publica el estudio Adaptación al cambio climático del sector agrícola del Alt Pirineu i Aran: riesgos y oportunidades. Los objetivos del estudio son:
- Obtener una radiografía sintética del sector agrícola del Alt Pirineu i Aran y de su potencial económico actual. Identificar los suelos de idoneidad agrícola.
- Detectar los principales impactos del cambio climático sobre la agricultura pirenaica.
- Determinar los cultivos susceptibles de ser recuperados o mantenidos en el Alt Pirineu i Aran y las nuevas oportunidades que abre el cambio climático.
- Estimar el total de producción agrícola y el valor de mercado en diferentes escenarios de producción y las repercusiones sobre la ocupación laboral (la posibilidad de fijar población en el territorio).
Las hipótesis prefijadas en el estudio son:
- Es necesario un cambio de enfoque productivo: de la actual agricultura para la alimentación animal hacia una agricultura para la alimentación humana.
- Hay que incentivar el pastoreo extensivo -mayoritariamente ahora estabulado- como garantía que permita liberar suelo agrícola en los valles para la producción de alimentos para el consumo humano, manteniendo y mejorando el paisaje y los ecosistemas que dependen del pastoreo, a la vez que contienen la forestación.
- Los recursos hídricos del ámbito están en regresión y, por tanto, las potencialidades para crear nuevas zonas de regadío para diversificar la agricultura son reducidas.
El estudio demuestra que el cambio climático afectará significativamente la agricultura del Alt Pirineu i Aran haciendo penetrar de una manera evidente el clima mediterráneo seco hacia los valles más frescos en el horizonte 2030-2050. Asimismo, el rigor de los inviernos será menor y los días de helada se reducirán drásticamente en todo el ámbito. Los veranos serán más largos, calurosos y, especialmente, secos.
Si se dispusiera de agua ilimitada en todas las parcelas agrícolas, las previsiones climáticas para el 2030-50 permitirían incrementar la producción, en especial en las comarcas más frescas. Cabe decir, sin embargo, que esta situación se considera improbable (el agua nunca es ilimitada, al contrario) y, con la configuración actual de los regadíos, el impacto del cambio climático modificará la distribución de los cultivos, especialmente en las zonas de secano.
De este modo, actualmente, los ingresos brutos del sector agrícola en el Pirineo se estiman en 84,3 M€ y en el escenario 2030-50 habrá una reducción estimada de ingresos del 8,9%. Evitar este impacto negativo debe ser el motor que impulse un cambio que deberá ser especialmente importante en las grandes zonas del ámbito donde no podrá llegar o no está previsto que llegue el regadío.
Por lo tanto, la diversificación real de cultivos debería producirse en los secanos donde el margen de maniobra será mucho más pequeño que en las zonas de regadío. En estos espacios, los cultivos de tipología mediterránea (vid, olivo, cereales,...) y algunos frutales de pocas demandas hídricas serán los más favorecidos. Por el contrario, algunos cultivos tradicionales del secano pirenaico, como la patata, sufrirá una fuerte regresión u otros de nueva implantación, como el manzano o peral, deberán hacerse un lugar en los espacios de regadío y competir con forrajes, huerta u otros productos que pueden tener un mayor valor añadido.
En este sentido, el cambio climático puede ser el desatascador para iniciar una modificación a fondo de la economía agraria del Alt Pirineu i Aran que debería basarse en:
- Primero, incremento del pastoreo extensivo a los prados alpinos y en las zonas no agrícolas de los valles como garantía para liberar presión sobre el suelo agrícola y revertir la tendencia al avance del bosque y a la pérdida de biodiversidad asociada.
- Segundo, con esta propuesta de intensificación del pastoreo extensivo se podrían liberar 26.103 ha de superficie agrícola destinables a producciones para alimentación humana en función del máximo rendimiento económico y del mínimo consumo de agua. Los ingresos brutos del sector agrícola en el escenario futuro podrían llegar a los 181,1 M€ (78,3% correspondientes a la parte de los 10 cultivos enfocada a alimentación humana) frente a los 84,3 M€ actuales o de los 76,7M € previstos para el mismo escenario 2030-50.
También se puede consultar la versión idiomática en aranés del resumen ejecutivo.